Hay lugares que parecen hechos para una sesión de fotos de pareja. La playa de Bahía, en el Puerto de Mazarrón, es uno de ellos. No es la más grande ni la más conocida, pero tiene algo que engancha: calma, buena luz y ese punto íntimo que hace que todo fluya.
En esta sesión de preboda nos olvidamos de todo durante un rato. Solo caminamos, charlamos, y dejamos que la tarde hiciera su trabajo. Nada de posados forzados. Solo ellos, el mar, y esas ganas de que llegue el gran día.
Trabajo como fotógrafo de bodas en Mazarrón y hay mil rincones especiales, pero cada pareja es distinta, y eso cambia todo. No hay dos historias iguales, aunque el escenario se repita. Y eso es justo lo que me gusta contar con mis fotos.












































































