Llegando ya a Euskadi merece la pena ir despacio y parar en algunos de sus paisajes para admirarlos, llegué a Donosti, una ciudad que no descansa, su playa de la Concha y sus miles de turistas inundando la ciudad. No es un lugar como en Cartagena o Murcia donde el Sol siempre es el protagonista, aqui la luz es distinta.
Aquel día nublado quedé con esta parejita de Errentería, coincidiendo con sus fiestas aprovechamos para escaparnos a los lugares más bonitos de Guipuzcoa. Aunque en estas primeras fotos cruzamos la frontera hasta Francia, a una playa de Hendaya. Un lugar donde la arena se mezcla con el verde, pues así son las playas del norte.
Depués de pasar por la playa de Hendaya, volvimos por Irún, por el espacio natural protegido, el parque ecológico de plaiaundi para finalmente admirar la belleza desde las alturas del monte Jaizkibel